Terapia Sónica

Las ondas que emiten los equipos de ultrasonido son ideales para tratamientos de drenaje linfático ya que mejoran la permeabilidad de la piel, es decir, ayudan a la penetración de los principios activos. Cuando las ondas se transforman en calor provocan la dilatación de los folículos pilosos de la piel y de las glándulas sudoríparas, teniendo como resultado un incremento del flujo sanguíneo de la zona a la que se aplican.
El uso de terapia sónica genera en la piel diferentes procesos con efectos fisiológicos y terapéuticos. Los efectos mecánicos generan un micromasaje, cavitación, aumento de la permeabilidad de las células, mejoras en la liberación de toxinas y separación de las fibras de colágeno. Los efectos térmicos se producen debido al efecto mecánico, elevando la temperatura de los tejidos y provocando una aceleración del metabolismo, vasodilatación y cambios en las características del colágeno. Por otro lado, el efecto térmico favorece la cicatrización, la regeneración celular, la extensibilidad y la relajación de los tejidos de la piel.